Si ya dominas la fotografía gastronómica con luz natural y quieres dar el siguiente paso, incorporar luz artificial puede transformar tus imágenes y darte mucho más control creativo.
Al principio puede parecer complejo, pero lo cierto es que existen distintos tipos de iluminación artificial que se adaptan a cada proyecto. Hoy te cuento cuáles son los tres más utilizados en fotografía de alimentos y cómo aprovecharlos.
1. Luz continua: ideal para principiantes
La luz continua está encendida todo el tiempo, lo que te permite ver en vivo cómo afecta a la escena, los reflejos y las sombras.
Ventajas:
- Perfecta para principiantes, ya que es muy intuitiva.
- Permite experimentar fácilmente con la posición y la intensidad.
- Ayuda a comprender cómo la luz modela los alimentos en tiempo real.
👉 Si recién comienzas con luz artificial en fotografía gastronómica, esta es la mejor opción para empezar.
2. Flash externo (strobes): control total
El flash externo o estroboscópico es una herramienta más avanzada y potente. A diferencia de la luz continua, solo dispara en el momento de la toma.
Ventajas:
- Permite congelar el movimiento.
- Brinda un control preciso sobre la exposición.
- Ideal para trabajar en condiciones de poca luz sin perder calidad.
👉 Requiere práctica para anticipar resultados, pero ofrece un acabado profesional y es muy usado en estudios gastronómicos.
3. Luz LED: práctica y versátil
Las luces LED se han vuelto muy populares en fotografía gastronómica por su facilidad de uso.
Ventajas:
- Son compactas, ligeras y fáciles de transportar.
- Funcionan como luz continua, mostrando los efectos en tiempo real.
- Permiten ajustar temperatura de color y potencia en la mayoría de los modelos.
👉 Son una excelente alternativa para fotógrafos gastronómicos que buscan flexibilidad y rapidez.
Más allá del equipo: aprender a modelar la luz
No importa qué fuente de luz uses: lo realmente importante es aprender a modelarla.
Algunos puntos clave para dominar la iluminación en fotografía gastronómica:
- Dirige la luz según el efecto deseado.
- Suavízala o endurécela con difusores o reflectores.
- Experimenta con contrastes para resaltar texturas.
- Adapta la iluminación a la historia visual que quieres contar.
En el estudio, probamos constantemente distintas configuraciones porque cada plato y cada marca necesitan su propio lenguaje visual. La luz es el recurso que hace que los alimentos no solo se vean bien, sino que transmitan sensaciones reales y apetecibles.
Conclusión
La luz artificial en fotografía gastronómica abre un mundo de posibilidades creativas. Ya sea con luz continua, flash o LED, lo importante es experimentar y encontrar el estilo que mejor cuente la historia detrás de cada plato.
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